lunes, 8 de abril de 2013

LA GOTA EN LA ROCA

España no va bien. Es posible. Pero sí tiene recorrido para mejorar. Basta un esfuercito de aquí, otro de allá, ajustarnos un poco el cinturón en algunos casos, escuchar mucho y echarle mucha imaginación para, con los medios de los que disponemos, sacar dinero de donde parece que no hay. Dentro de ese echarle imaginación, se incluye el tratar a los proveedores como verdaderos socios, pues, en definitiva, eso es lo que son para nuestros negocios. Y para eso, hay que intentar potenciarles: que también ganen con el negocio desarrollado (esto es básico, de primer curso, ¿verdad?, pues yo tengo "las narices" de escribirlo como si fuera algo nuevo...).

En esas estamos. Haciendo un curso de Innovación (traigo a mi entorno "frito" cada vez que voy, porque ¡vuelvo con un subidón...!), e intentando inventar nuevos modelos de negocio o aplicando algunos que ya existen, pero que hasta la fecha no los habiamos aplicado en determinados temas. Así que si tenéis nuevas ideas de fórmulas de negocio, soy "toda orejas"...

"Alborozo - dice mi jefe-: intenta generar negocio invirtiendo el menor dinero posible. Cuantos menos permisos tengamos que pedir, mejor." Y Alborozo se pone manos a la obra.

Hablo con los proveedores, y, para diferentes productos o servicios, les planteo que, donde normalmente les compraría el producto sin más, ahora tenemos que inventar cómo colaborar para sacar adelante proyectos con la mínima inversión y el máximo beneficio. El caso es que hay proveedores que me creen y están dispuestos a estudiar escenarios.

Empezamos a elaborar ideas, caminos nuevos para ofrecer a los que yo llamo "los Mayores" (los jefes), pues al final serán quienes decidan si debemos seguir adelante con los proyectos o no. En este camino de trabajo en común, cuando trabajamos los modelos de negocio, solicito de los proveedores que, a la hora de presentar la oferta, se aseguren de disponer de un margen suficiente como para hacer frente a las obligaciones que van a asumir. No quiero que luego se vean tan apurados por hacer una oferta o una asociación raquítica, que no puedan atender el servicio como se merece mi empresa (con generosidad y dedicación...). Del mismo modo, les hago pararse a pensar que la oferta ha de ser suficientemente atractiva para mi empresa como para ser tomada en consideración, pues de otro modo, no habrá negocio ni acuerdo. En definitiva, les pido que hagan un ejercicio de reflexión en la búsqueda del mayor equilibrio posible para ambos, pero que recuerden que pretendo que ganen dinero con la asociación (no quiero que mi empresa sea la única beneficiada).

Antes, al negociar, no indicaba tan explícitamente que quería llegar a esa "justicia distributiva negociadora", pues presumía que se entendía que ambas partes debían ganar con el acuerdo (si salía a colación, lo comentaba, pero nada más); o a veces me preocupaba algo más mi margen, dando por sentado que si la otra parte aceptaba, era porque también ganaba, no porque quisiera simplemente "meter la cabeza en mi empresa" y, luego, Dios dirá. Ese "Dios dirá" puede ser un estallido en la cara, con sus cicatrices y todo...

Ahora, en estos embriones de acuerdo, sí lo voy diciendo claramente, expresando que, si llegamos a un trato, nuestra relación será previsiblemente larga, salvo que una de las partes haya apretado tanto a la otra que, como en una relación de pareja, la "sufridora" no pueda soportar la presión. Queda sobre la mesa que cualquiera de las dos partes puede desear la ruptura, por no estar justificado el esfuerzo. Así que midamos, que ahora estamos negociando, y todo se puede hablar... 

En toda la negociación procuro ser lo más clara posible en cuanto a mis necesidades, requerimientos, expectativas, e, incluso, en cuanto a los puntos del negocio que ignoro y que la otra parte domina. Trato de establecer una relación de confianza que se prolongue en el tiempo, de modo que, a la larga, el trato sea lo más fructífero, cordial y satisfactorio posible, en vez de un "mar de lágrimas"... Tal vez me metan goles con tanta ingenuidad, es posible. Pero, lo cierto es que, una vez cerrado el acuerdo, me convertiré en un "perro de presa", y exigiré el cumplimiento de cada una de las obligaciones adquiridas (no saben esos señores lo constante que puedo llegar a ser persiguiendo a alguien...).

De momento los proveedores se quedan un tanto sorprendidos cuando les insisto más en su propio margen o beneficio que en el mío. Le digo que se lo piensen bien, y que hagan bien los cálculos, que luego no me vengan con el "rechinar de dientes"...

Hablaba con un proveedor (precisamente a este no le he hecho esta reflexión explicita), y me decía que ellos son PPs, y que son tratados como tal con mucha frecuencia. Yo le respondí que sí, que, efectivamente él era un PP, y que así debería ser tratado. Cuando tradujimos las siglas, fue curioso el desencuentro: él hablaba de un "Puto Proveedor" (con perdón) y yo de un "Potencial Proveedor". Evidentemente no hablabamos del mismo trato... A esa persona le había llamado la atención la cordialidad. Lo que a mí me sorprende es qué debe estar sucediendo por el Mundo, pues la gente con la que me relaciono es tremendamente amable, incluso con los PP (en cualquiera de sus acepciones...).

Veremos en qué queda esto. Si logramos los nuevos acuerdos, los nuevos negocios y los ansiados ingresos. De momento me lo estoy pasando genial hablando con todos esos señores y señoras tan amables, que todos los días me cuentan cosas nuevas, y les agradezco enormemente su tiempo y dedicación. Porque, de sus negocios, ellos saben muuucho más que yo... y me enseñan. :) Hacen que me guste mi trabajo. Gracias, estimados PPs...

Fdo Alborozo

Este post está dedicado a Daniel Cuñado (@danielcunado), que me ha invitado a escribirlo. Su blog "Un Bosque de Matices" (vuelvo a recomendarlo vivamente), y a las siempre complementarias, enriquecedoras y sinceras opiniones de Katoh (@Katoh_C), Jorge Gomez y Nacho Gafo (@ignaciogafo) (entre otros), me han ayudado a... ¿para qué os voy a contar más aquí? Ellos no lo saben, pero en un momento determinado me han ayudado más de lo que creen con sus espíritus combativos e inconformistas, con sus ganas de hacer las cosas bien, y de superarse, de aprender, de crecer... Mi vuelta al trabajo ha sido más valerosa y decidida gracias a este curioso cuarteto. Sois la gota en la roca... Gracias chicos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario