Esta mañana me he encontrado a un personaje peculiar: un Afilador. Pero no un afilador cualquiera, un hombre decidido, con una sonrisa y con una gran visión empresarial.
Unas ruedas viejas de un carrito de la compra, sobre ellas una caja de fruta que contenía una batería de coche. Todo esto elegantemente "vestido" con dos camisetas viejas. En la caja de fruta había montado el ventilador de un coche con una piedra de afilar.
Entonces, muy divertida, le he pedido permiso para hacerle una foto a su chiringuito, y , ante mi sorpresa, ha salido su espíritu comercial: "Si, hágale fotos y póngalas por ahí, por internet. Y cuente que estoy en Pozuelo y por allí, en Majadahonda". En unos segundos acababa de diseñar su campaña de marketing de máxima difusión gratuita: por internet, como debe ser.
Estoy convencida de que si me llego a quedar un rato mas charlando con él me dice hasta el foro de internet más interesante para su negocio... jajaja. Genio y figura.
Pues aquí está mi torpe campaña de marketing para mi amigo El Afilador.
Por 3 euros te afila un cuchillo. Las tijeras son algo mas...
Para encontrarle hay seguir el sonido peculiar del silbido de los afiladores por las calles de Pozuelo o de "allí", en Majadahonda.
MUCHA SUERTE SR. AFILADOR.
Las crisis también nos hacen creativos ¿Quien puede ser creativo?.
Támesis
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