martes, 11 de junio de 2013

Las piernas de la Obregón


 Hace unos 18 años, cuando todavía tenía la mitad de edad de Anita, quedé completamente escandalizada al verla en la portada de alguna revista del corazón con una minifalda tamaño “cinturón”. Pensé: “¡por favor! ¡que es una CUARENTONA!, y ahí va la descarada, ¡con toda la cacha al aire!”.

Pero todo llega… llega el verano… llegan los cuarenta… y llegan las ganas de ponerse ese tamaño de falda ante “el calor” (bueno, un par de dedos más larga, que es más cómodo).

Y es que en verano creo que hay pocas mujeres a las que no les guste llevar falda o vestido. Lejos de pretender provocar al personal, creo sinceramente que los hombres deberíais probarlo. Ahí están los escoceses con sus faldones, que deben ir de lo más felices y frescos en esta época del año.

Harta de ir en vaqueros, el otro día me fui de compras. Buscar sandalias es “un imposible”. Hay cientos pero todas cortan en el tobillo, por lo que hacen el pie más pequeño y las piernas más cortas. Como los pies eran tarea ardua, decidí centrarme en los vestidos y no volver a casa si no era con dos bolsas repletas. Los conseguí con estilo pero económicos (no creáis que es tan fácil).

Con el armario a rebosar de novedades, al día siguiente lo abrí, saqué un traje del año pasado, me puse unos tacones exactamente de 12 cm y me lancé a la calle. Observé al personal desde esa perspectiva y ¡Qué divertido! Me sentí una modelo con semejante plataforma (llegaba a 1,80cm). Así soy más alta que el 80% de la población. Daba tobas con la barbilla hasta al del banco (no es que sea muy alto, la verdad). Un par de horas después llevaba los tacones colgados de las orejas por el dolor de pies, pero la experiencia había merecido la pena.

De este modo, el tercer día decidí ponerme un vestido nuevo que la dependienta no paraba de decir que me estaba pequeño antes de probármelo porque “con ese pecho” (lo entiendo… desde que me lo operé, es q ni la Jolie con su mastectomía). Cabezona dije que me cabría aunque fuera a finales de verano porque yo tengo muy buenos propósitos. Caber, cupe sin problema, para mi soberbia. Aquí llegó la crisis… el largo era “Anita Obregón”. Estoy rozando los 40 y no paro de comer hamburguesas, tartas y pancakes, es decir, estoy redondeando curvas. Este hecho no me achantó porque, como he dicho, “rozo” los 40, pero este verano aún tengo 39 ¡me lo puedo poner!

Hoy volví a los vaqueros: me duelen los pies y estoy resfriada. Por mucho que la Mona se vista veraniega, éste se está “haciendo de rogar”. Temo la compra de bañadores/bikinis porque ya hay unas cuantas frescas que están morenas y se llevarán los mejores modelos. A las mortales nos quedarán los restos en agosto, que es cuando estamos dignas para probarnos tan minúsculas prendas. En esas fechas siempre viene un pensamiento a mi mente: "el próximo año me lo compraré en mayo aunque me siente fatal".

… que vida esta!

Fdo.: Katoh

1 comentario:

  1. Jajajajajaja
    Acabo de ver la entrada (si, un poco lenta que es una), y ¡me he quedado con las ganas de llegar al 1,80! Si te sirve de consuelo, mi último "roce" de los 40 lo voy a aprovechar intentando adelgazar: intensivo de pádel a última hora de la tarde, y cena de después prohibida. Ya te contaré.

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