domingo, 8 de abril de 2018

NEUROEDUCACIÓN Y CREATIVIDAD

Medyr





"Es terreno de la ciencia hablar, y privilegio de la sabiduría escuchar." Oliver Wendell Holmes



Esta semana he estado en Granada dando un curso de Neuroeducación y Creatividad a profesores de esa Universidad.

No paro de sorprenderme de las cosas que se pueden aprender enseñando, pero claro, en este caso, está más justificado porque los alumnos eran maestros. Maestros a la antigua: personas que tienen grandes conocimientos y una gran talla humana.

Os voy a contar lo que he reflexionado viéndolos. Son dos cosas simples, que ya sabía, pero que he argumentado en mi cabeza. 


Una es que un profesor ya no puede exigir que le presten atención. La autoridad ya no se tienen, se gana… ¿O quizá siempre fue así y en algún momento lo olvidamos? El “maestro” tiene que despertar la curiosidad, tiene que seducir, tiene que enamorar con sus conocimientos y con su forma de transmitirlos.

La otra cosa que he pensado es que la igualdad en la educación no está en permitir que todos los niños aprueben, sino en abrir el sistema de forma que cualquiera (niños y mayores) tengan acceso al conocimiento. Porque cuando igualas  a alguien por unos baremos de notas,  lo estas humillando, pero cuando le facilitas el conocimiento lo estas dignificando.


Quizá sean unas reflexiones muy simplificadas, pero cuando ves la serenidad de la sabiduría en los ojos de un “maestro” valoras y aprecias la dignidad humana.

Ana Jover Sanz-Pastor

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