domingo, 26 de agosto de 2018

LA LUNA Y EL MAR


El mar acarició a la luna...
La luna le regaló un manto de estrellas.
Mientras, yo me ocultaba en la oscuridad.
Sola, desnuda, escuchando el sonido del amor, de ese sutil y secreto romance.
¿Cómo podía ser a la vez tan público y tan privado?
¿Cómo podía ser tan grandioso y tan delicado?
Me alimentan, me enseñan, sin juzgarme...
Me empiezo a sentir grande, fuerte, sabia, pero, sobre todo, serena...
Poco a poco dejo el agua para permitir que la brisa toque mi piel y me devuelva a mi mundo...
Al pisar la arena les vuelvo a observar... Siguen con su romance...
Sonrío y me alejo en silencio...
Que no se rompa la magia...

Ana Jover Sanz-Pastor

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