Me encantaría tener un espejo en el que pudiera ver lo que
pasa en las casas la Noche más mágica del año: 5 de Enero.
De pequeña, los hermanos corríamos por toda la ciudad
persiguiendo a sus Majestades que iban de tienda en tienda. Con todo lo que
corríamos, no entendía como no éramos capaces de pillarlos, porque llevaban
camellos y todo. Nuestra madre nos contaba que una vez se despertó y
consiguió ver una de las capas saliendo de su casa. Dice que era roja, pero
nosotros, por mucho que nos despertáramos por la noche, nunca conseguíamos
coincidir. Mejor para nosotros porque se dice que si te ven los Reyes, al año
siguiente te quedas sin regalos. No hay noche de Reyes que no nos pongamos muy nerviosos. Katín (tiene casi tantos años como los dedos de las manos), que está ayudándome a escribir esto,
corrobora todo lo que estoy diciendo, que él de esto sabe muchísimo más que yo.
Pero esta mañana se ha levantado preocupado porque hay gente
en su cole que le dice que ¡NO EXISTEN LOS REYES MAGOS!. Que lo que pasa es que
por la noche se levantan sus padres, han comprado los regalos y los ponen.
Pero Katin dice que él revisa concienzudamente todos los tickets y todavía no
ha encontrado el de la Play Station, ni ningún otro. Además, las noches de
Reyes siempre hay uno de ellos metido en nuestra cama, por lo que no podríamos
movernos sin que nos pillaran en caso de que fuéramos nosotros (él dice
mientras escribo: es verdad, porque la princesa no se separa de vosotros en toda la noche).
Entonces le he preguntado: “ya se quien es… ¡eres tú!”,
Él responde rápidamente: “¡Yo en mi vida me he levantado en
la noche de Reyes! ni para ir al baño porque soy un miedica y no quiero que me
vean. Pero si pudiera, cogería como regalo durante 3 años el acompañar a los Reyes
poniendo los regalos”.
Los Reyes magos son super-dulces, amables, no puedes sacar
nada malo de ellos. Para recordar que conocieron (guau, ¡que suerte!) al Niño
Jesús, nos hacen regalos todos y cada uno de los años. Parece como si tuviéramos 2 cumpleaños: el
nuestro y el día en que ellos lo encontraron.
Algunos regalos los sacan de las tiendas. Entran por las
noches, cogen lo que les falta y dejan una nota que dice: “hemos
cogido este reloj para una persona que lo quiere de verdad, gracias”. Que conste que no
roban nada. Esto lo acordaron con los comerciantes hace siglos. Como
entenderéis, aunque los sacos de los camellos sean mágicos y quepa de todo,
siempre puede haber alguno que escriba la carta demasiado tarde o cambie de
opinión, por lo que necesitan proveedores locales.
El mundo está todo lleno de pajes de los RRMM camuflados. Si te portas mal, ellos se lo hacen saber y te traen carbón (a veces de caramelo y a veces... carbón, carbón de verdad). Pese a no ser invisibles, no es nada fácil pillar a un paje. Me explica Katín que él cree que son personas que ayudan a los RRMM.
Pero a uno de los ayudantes más importantes si que lo tiene localizado: Katín no conoce al Cartero Real, pero la tía Alborozo sí lo
conoce. Ella se encarga de entregarle las cartas.
Entonces llega la cabalgata la noche del 5 de enero. Cogemos la escalera más alta de casa para no perder ripio, bajamos a la calle y ocupamos la mitad porque somos muchísimos. Mientras disfrutamos del espectáculo, cantamos villancicos y cogemos todos los caramelos. Para sentirnos un poco "pajes", lanzamos algunos puñados de caramelos hacia atrás o los compartimos con otros niños tan grandes como nosotros pero que no han conseguido coger nada. Primero saludamos al Cartero Real. Después, toda la familia grita al unísono: “¡¡Melchor!!, ¡¡Gaspar!! ¡¡Baltasar!!”. Somos tantos y con voces tan potentes que siempre nos saludan. De esa forma nos vamos más tranquilos a dormir porque los Reyes Magos ya saben en que ciudad estamos.
Esa noche llegan los Reyes... y a la mañana siguiente....
La mañana del 6 es mágica: todos estamos muy contentos, el salón está lleno de regalos, los Reyes se han comido sus polvorones y los camellos han rellenado sus jorobas. Nosotros desayunamos en familia unos 3 o 4 roscones gigantes con chocolate caliente hasta casi morir en el intento de encontrar el regalo.
Creemos en los Reyes Magos pero no entendemos por qué hay gente que quiere acabar con su magia, ¿y vosotros? Esperamos
que sí... y si no lo hacéis... que volváis a creer para que no desaparezcan.
Fdo: Katín y Katoh
Qué hijo más noble tienes, Katoh :-)
ResponderEliminarDile que siga así.
Y por cierto, según Benedicto XVI los Reyes Magos son andaluces (http://www.elmundo.es/elmundo/2012/11/28/andalucia/1354129464.html), así que a lo mejor les hará gracia si este año junto a los polvorones les dejáis unas cervezas Cruzcampo. No sé, por dar ideas.
Habrá que catarla antes para ver que es buena. Pero una sidrita tampoco va mal. Gracias Mou
EliminarEstá claro que sus Majestades son Andaluces, porque trabajan un día al año, en lugar de llegar el 25 de Diciembre llegaron el 6 de Enero, y desde que se han marchado hay un lío urbanístico en Belén que no veas...
ResponderEliminarExcelente el post, ánimo con ese pequeño gran escritor, que rezuma talento!
¡Tu es q vienes de la estratosfera! Los RRMM trabajan todo el año. Hay regalos materiales. Pero los regalos realmente importantes están en el día a día. Ahí están ellos ayudándote a conseguirlos.
EliminarSobre el caos de Belén, ellos no tienen nada que ver :oP