Hay gestos que te animan, que te hacen sentir querida, que te hacen ver que no luchas sola. Después de muchos años sin vernos y sin hablar, contacté con Beatriz Abril por facebook y recuperé una antigua amistad, mucho mas cercana de lo que pensé.
Intercambiamos miles de comentarios, pero el día en que publicó una foto en la que aparece con sus hijas (tres bellezas, por cierto) participando en la carrera solidaria por la lucha contra el cancer de mama, y me dijo que este año iba dedicada a mi, me emocioné.
Después vino la llamada de su madre, cómplice de su fiesta sorpresa de cumpleaños, para invitarnos. A Angela y a mi nos hizo muchísima ilusión, pero, desgraciadamente no pudimos ir porque yo estaba en un momento delicado del tratamiento.
En nuestro afán por colaborar, y de alguna forma acompañarla en ese día, quedamos con Jota, hermano de Bea que le llevó una carta muy especial de nuestra parte, y que ahora comparto con todos.
Atentos porque tiene consejos muy práctico que creo que debíamos seguir todos en cualquier momento de nuestra vida para conseguir ser mas felices.
La fiesta fue un éxito, y hoy es su cumpleaños. Solo queda felicitarla y mandarle un fuerte abrazo con todo nuestro cariño.
"Mañanas de horno de ochíos, de babys blancos, de jazmín en
primavera, de olor a zaguán antiguo, a veces a incienso. Y a la hora del recreo
buscábamos rincones para las confidencias, jugábamos a la goma o a matar en el patio… ese era su gran momento:
si el balón caía en manos de Bea lo mejor era desaparecer. Conseguir cogerlo
era imposible, y como te quedaras en medio te mataba fijo. No sabemos lo que
desayunaba, pero nunca ha jugado a nada a medias… vive la vida intensamente, le
gusta ganar. Se apuntaba a todas las broncas. Amiga de sus amigas y siempre
dispuesta a ser paladín de cualquier causa justa.
Apasionada e independiente, tanto, que la madrugada que nació,
no espero ni al médico. Ella con su madre, su abuela y una enfermera tuvo
suficiente. Su nacimiento transcurrió muy en familia y rodeada de mujeres para
mantener su intimidad.
Era una niña silenciosa, de mirada curiosa y feliz, rodeada de un montón de hermanos con la
misma fuerza y simpatía que ella. Mamen… la mayor, todo un mito, alta guapa,
ojazos y muy inteligente. Luis y Goro intrépidos, traviesos y ladinos… La rubia
Teresa que contrastaba con la morenaza Cristina. Y, por último el pequeño: un precioso
rubio de pelo rizado, simpático y sonriente (no le quedaba otra para sobrevivir
en semejante camada)… había tantos hermanos que a él no le tocó nombre, solo
letra (J mayúscula), al más puro estilo de la Real Academia.
Los Abril, ese clan carismático y entrañable, al frente del
cual estaban Gregorio y Mª Carmen dando ese sello inconfundible. Acogedores,
sonrientes, decididos y optimistas.
Ella ha sabido alimentarse de esa energía y, a la vez,
mantener su propia identidad que la hace diferente. Bea es de esas personas que
el paso de los años te hace ver que ni el tiempo ni la distancia te impiden
sentirla cercana.
Bea, ahora que llegas a esta edad innombrable, pero
maravillosa, vas a descubrir algunas ventajas que antes no tenías:
1.- Tu marido será a partir de ahora el príncipe azul que
siempre cumple tus sueños más secretos. No le dejes que improvise: CUENTASELOS.
2.- Ya no tienes que ir a la compra. En tu casa se crea un
nuevo departamento de intendencia y suministros y tú solo te ocuparas de
nombrar responsables y revisar las tareas.
3.- Ya no harás dieta, solo comerás platos de alta cocina y
de diseño. Disfrutarás de la satisfacción de la exquisitez (todo muy rico pero
muuuyyyy escaso)
4.- Tendrás una agenda de viajes muy apretada. Necesitas
enriquecer tu intelecto con nuevas culturas.
5.- Cuando tengas momentos de crisis ya no los solucionaras
limpiando y cocinando en silencio… ahora puedes criticar, porque, a partir de
ahora, ya no criticas, solo razonas actitudes y comportamientos ajenos.
6.- Empiezas a tener tus momentos privados para hacer tus
cosas. Por muy raras que sean, nadie podrá juzgarte, porque tú ya has
descubierto que el que esté libre de pecado que tire la primera piedra
Bea, tu mirada franca, tu sonrisa abierta, tu lealtad, tu
fuerza… son tu gran riqueza… Gracias por permitirnos compartir tu amistad, es
un placer y un honor… estimulas a la gente a que saquemos lo mejor que tenemos
dentro.
Muchas felicidades. Ahora es tu momento: Disfrútalo…. Estás
recogiendo todo el cariño que has sembrado
Ana y Angela"
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