Las pruebas médicas que he tenido estos días me han enseñado a encontrar momentos muy especiales. Para no pensar, me concentraba en sentir, y os lo recomiendo...es la bomba. Mejor os cuento:
La primera prueba que me hicieron fue la punción del nódulo. Yo tenía miedo. El médico me explicó que me pondrían un "botón" de anestesia para tomar las muestras. Yo dije "un montón de anestesia, genial!!!" y él me aclaró que era un BOTÓN de anestesia, y yo, a mi rollo cartucho que no te escucho, le dije: "el médico que me lo va a hacer va a poner lo del botón, pero para mi va a ser un montón de anestesia seguro, y esta vez no me vas a llevar la contraria" (es mi médico desde hace mas de 20 años y hemos compartido grandes momentos de paritorio)... y conseguí que me diera la razón jeje. Cuando llegué a la prueba no dije nada, me relajé y el botón resultó ser de abrigo grande de diseño... no me dolió ni el pinchazo de la anestesia. Salí muy orgullosa: ya sabía yo que esta vez Antonio no tenía razón... pasó lo que yo quería que pasara... tengo las riendas bien sujetas.
Después de esa prueba llegó el diagnóstico y la decisión de tratarme en la Jimenez Diaz. Siempre he sentido envidia de las personas que tienen una secretaria muy eficiente que les lleva la agenda, les coordina las reuniones y les avisa de lo que tienen que ir haciendo... Pues allí estaba yo, cual ejecutiva VIP, yendo de un lado a otro del hospital siguiendo las pautas que me daban. Me di cuenta que no tenía que pensar nada... había un mucha de gente encantadora coordinando mi agenda. Me relajé, me compré unas cuantas revistas que leí tranquilamente en esas salas de espera tan elegantes (no te llaman a voces, hay un gran panel en el que aparece tu numero y la consulta en la que tienes que entrar) y empecé a comportarme de acuerdo al trato que estaba recibiendo: una paciente VIP (ellos lo llaman prioridad C15, pero encuentro mucho mas apropiado definirlo como VIP)
En todas las consultas me han recibido personas encantadoras, que han compartido conmigo historias agradables y sonrisas que hacen todo mucho mas fácil.
Si tuviera que hacer un resumen de las pruebas médicas que me han hecho hasta ahora definiría el TAC como una experiencia sublime, la gammagrafia relajante, la radiografía el camarote de los hermanos Marx, el electro agradable conversación con Ana y poner el clip en el tumor fue transportarme a los patios de Córdoba en primavera con Paqui . Prometo contarlo en otro post mas largo.
Estoy espectante con las experiencias de la próxima semana. Por ahora tiene buena pinta. Me llamó Piluca, la secretaria de cirugía, y me dijo que el jueves tengo que ir a las 8:30 con una maletita con camisón, zapatillas y una bolsita de aseo, y depilada... ¿a que suena a spa?. Me explicó que esa noche, después de operar el ganglio centinela, me invitan a dormir allí.
Pero también tengo una analítica, una eco de corazón y poner el portacat. Puede pasar cualquier cosa... Os lo contaré
Ana @AnaAnajsp
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