Tengo muchísima imaginación, un gran sentido del humor, y una hermana a mi lado, con una lengua que cada vez que habla sube el pan, por si yo me quedo bloqueada. Quizá esa sea la razón de que me ocurran cosas muy graciosas. Me están haciendo mas pruebas y chequeos que a un formula 1 en plena temporada. Os voy a contar algunos ejemplos:
El TAC : Te tumban en una camilla, te ponen una vía (un pellizquito) y te dicen que coloques los brazos por encima de la cabeza.
Y allí estas tu con tu pose de maja desnuda (con una glamurosa y pudorosa bata desechable) mientras que un enfermero muy simpático te explica que el contraste te hace tener sensación de calor en la boca, en la garganta y .... en los genitales.
Me dijo que no me asustara, pero yo apenas le presté atención.
Me quedo sola y una voz de máquina me dice que coja aire y que lo aguante... Yo no sabía si me iba a dejar volver a respirar (si se estropea ahora me asfixio jajaja), pero si... luego dijo que ya podía respirar con normalidad.
Y cuando estaba así, relajada e hiperventilada, viene la médico y me dice que está empezando a entrar el contraste y me pregunta que si todo va bien. Yo no quería abrir los ojos, casi ni contestar porque estaba muuuyyyy relajada.
Y en ese estado empiezan las sensaciones: primero el calor en la boca, si, era tal cual me lo habían explicado, pero lo del calor en los genitales es la bomba... Que gustito, que subidón.. Quizá fue el momento en el que me sentí la Maja.
Sola en esa habitación, medio desnuda, frente a aquella máquina Philips que hacía poco ruido, de la que salía un aire suave muy agradable que me acariciaba la cara, ese calorcito, y ese momento de volver a hiperventilar... SUBLIME... Lástima que durara tan poco.
La Radiografia:
Me indican que entre en una de las tres cabinas independientes que hay junto a radiología. Estas cabinas en vez de puertas tienen una cortina de plomo. La radiación no pasa, pero se oyen todas las conversaciones. Yo estaba en la cabina del centro.
Escucho a la radióloga que le dice al de la primera cabina : "Cleodomiro desnúdese de cintura para arriba", luego aparta la cortina en mi cabina y me dice lo mismo. Me pregunta si mi "ropa interior" lleva aros metálicos (que fino me ha quedado, espero que pase la censura de mi madre jeje) le dije que si y me contestó "Quítese el sujetador". Entonces oigo una voz masculina a mi izquierda que pregunta "¿Me dice a mi?" yo pensé: lo mismo lo lleva puesto. Rápidamente la radióloga le aclara que no hablaba con él.
Entonces pregunta amablemente: "Cleodomiro ¿esta preparado?", el dice que no y entonces ella dice "pues Amaria, pase usted". Salgo y le explico que me llamo Ana Maria, y prefiero Ana, y me dice "ah, es que no tiene punto" y luego "Amaría coja aire y aguante"
Acabo mi radiografía, vuelvo a mi cabina con mi nueva identidad de Amaria y, mientras me visto, escucho a la radióloga que llama a Cleodomiro y le comenta "que nombre mas raro" él le contesta con humor que es el que le pusieron sus padres, ella no se queda muy conforme y le pregunta que si le llaman Cleo, el dice que si. Remata preguntándole "¿nunca ha pensado en cambiarse el nombre?" y el contesta muy tajante "pues no". Yo iba a reventar de risa. Ya estaba vestida y me fui, pero me quedé con las ganas de saber cómo se llamaba el señor de la tercera cabina y qué propuesta tenía para él esta radióloga tan ocurrente.
Lo mejor de estar en el paddock (que me están revisando mas que al coche de Fernando Alonso) son las buenas noticias. No hay metástasis y las analíticas han salido bien, con las defensas altas y la hemoglobina y los glóbulos rojos altos. Solo queda esperar las vueltas de clasificación para ver si hay que hacer algún ajuste mas, pero estoy convencida que conseguimos la pole.
Seguimos en carrera. Gracias.
Ana @AnaAnajsp
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