domingo, 1 de junio de 2014

EL FARO QUE OCULTÓ EL SOL


Primeras lágrimas por un "no puedo". Estoy acostumbrada a hacer las cosas de una determinada forma, a disfrutar de situaciones que planeo y consigo hacer... Ahora toca cambiar, porque no llego.

Los cambios cuestan, aunque lo que consigas sea mejor, cuesta mucho trabajo dejar atrás lo antiguo, salir de la rutina. Hasta que no deje la anterior no voy a encontrar lo nuevo.

Pensando mucho en cómo hacer cosas diferentes, cosas que me llenen y que si pueda hacer en mi situación actual. Buscando humildad y serenidad para admitir una nueva realidad que tengo hoy.

Respirando hondo para encontrar ese nuevo camino.



Esta foto la hice el verano pasado en Trafalgar, dando un agradable paseo con Mª Luisa y con Gonzalo.

El faro tapó el sol,  el camino se oscureció...

Buscando nuevos caminos, una nueva identidad que no se base en mis capacidades físicas, ahora no tengo tanta fuerza... Lo conseguiré.

Guardando los kleenex. :)

Vamooosss Ana



2 comentarios:

  1. Aprender a pedir ayuda, sentirse frágil y dependiente. Ahora, toca esto y los demás descubrirán que la fortaleza, a veces consiste en poder contar con su apoyo y fuerza. Arriba, Ana! Apóyate!! Estamos contigo. Besos. Asun

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