lunes, 28 de julio de 2014

VOLVER A SER UNA NIÑA



"Aunque nadie ha podido regresar y hacer un nuevo comienzo... cualquiera puede volver a comenzar para hacer un nuevo final" San Francisco Javier




Es curioso comprobar cómo los cambios físicos te pueden llevar a cambios psicológicos importantes.

Los cambios físicos que acompañan a un proceso de sanación de una enfermedad como esta son muy desconcertantes. Son radicales y muy rápidos.

Se cae el pelo, las pestañas y las cejas se van aclarando, y la piel empieza a estar muy clara, muy fina, muy suave, y se atenúan las arrugas (esto es lo bueno, y se que me vais a envidiar). Por otro lado, estás mucho mas sensible, lloras con facilidad. También estás mas alegre con las pequeñas cosas, las cuales disfrutas muchísimo. Necesitas ayuda, y desde la debilidad es fácil pedirla, es fácil dejarse ayudar. Agradeces mucho que cualquiera te saque de un momento de malestar. Comes cada poco tiempo (2 o 3 horas) para no tener nauseas, y además unas comidas muy suaves.

¿Hay algo que se parezca más a una niña recién nacida? Pues eso es lo que me ocurre, estoy volviendo a nacer. Y ahora tengo la oportunidad de reconducir mi infancia. De vivirla de nuevo. Dejar atrás todo lo malo, recuperar esos grandes momentos.

Volver a ser un niño... ¿quién no ha soñado alguna vez con eso? Volver a sentirse pequeño, protegido, volver a ilusionarse con pequeñas cosas, las vacaciones de verano, las pandillas, la merienda, el olor a comida buena, aprender nuevas cosas, tener mucho tiempo solo para ti, vivir solo el presente, estar expectante con lo que va a pasar hoy, no tener que dar explicaciones si no puedes atender a alguien... Todo es tan real que hasta me han invitado al cumpleaños de una amiga del colegio de Jaén, amiga de la infancia, a la que no veo desde... bueno, prefiero no acordarme jeje.

Os tengo que decir que esto es un sueño. Os invito a todos a que volváis a una segunda infancia , pero os recomiendo que no paséis por el cambio físico (aunque tengáis que renunciar a esta sesión de belleza tan eficaz para la piel).

Toda esta reflexión ha ocurrido provocada por un whatsup tan inesperado como estimulante. 

Justo antes de que me diagnosticaran el cáncer, trabajé con una persona que me pidió ayuda. Uno de los grandes regalos que he tenido entre quimio y quimio ha sido recibir su feed-back. Esas frases también me han ayudado a ver mi propia vida de otra forma. 

Y ahora os preguntareis qué me dijo, verdad???... Pues estamos de suerte, Alfonso me ha autorizado a compartir con vosotros esas palabras:

"Ana, como me encantaría poder compartir contigo como me siento ahora. Llegue a ti derrumbado y hecho un mar de dudas y lagrimas. Y, hoy, me veo fuerte, feliz, seguro, tranquilo, en paz. ... He vuelto a ser niño, Ana, ¿recuerdas cuando me dijiste que así debíamos ser?... Pues eso es lo que me ha ocurrido a mi. He vuelto a mirar la vida como un niño, dando una nueva oportunidad a todo, dándome una nueva oportunidad a mi mismo. El niño ilusionado, feliz, comunicador, enérgico, generoso, que siempre hubo en mi, ha vuelto a nacer con mas fuerza que nunca. "

Solo me queda agradecer a Alfonso su testimonio y su generosidad. Él tiene una gran talla humana, y yo he tenido el privilegio de que me permitiese acompañarle en ese momento de su vida. Su determinación y su generosidad han hecho el resto.

Sus palabras y la interpretación que ha hecho de su propio cambio me han llevado a reflexionar y me han mostrado una nueva luz, una nueva esperanza en mi vida. Ahora puedo conseguir comunicación, energía, generosidad, paz, seguridad, tranquilidad, felicidad... Vaya chollo... Ya queda menos...




Por último invitaros a hacerlo... cualquiera lo podéis conseguir, buscar el camino de la felicidad es una aventura emocionante y muy enriquecedora.



Seguimos. Un beso a todos.

Ana

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