Pero he tenido que pelear para conseguirlo. Por un lado tener cuidado con lo que comía el día anterior y el mismo día de la quimio. Luego comentar con Dora (ya la conocéis, mi medico de cabecera) que durante las sesiones tenía una tensión arterial altísima, y me dio una solución. El resto de las dudas me las dejó para que las comentara con el oncólogo... y ahí empezaron los problemas.
El Dtor Lobo está de vacaciones, y me han asignado un suplente. Yo se que hay algunos comentarios que no se deberían hacer en público, pero a mi me pasó y no lo voy a dejar de contar, sobre todo porqué quizá mi experiencia puede ayudar a alguien.
Cuando entré en la consulta iba un bastante estresada. Esta era la última sesión del primer ciclo, y yo ya sabía lo que se me venía encima. Le planteo mis problemas con las náuseas y el malestar, y el medico me responde que no me puede pautar nada nuevo. Él estaba nervioso y me explica que el Dtor Lobo ya me ha pautado una nueva medicación y que él no puede cambiar nada, porque no es mi médico y además tiene mucho lío en la consulta ese día. Con mucha calma le digo que ya lo se, pero que han la sesión anterior no había funcionado lo pautado, y que después no he tenido oportunidad de hablar con "mi médico", (el cual ahora estaba de vacaciones).
Ni me escucha, lee la analítica y me dice que las defensas están fenomenal, tira el informe a la papelera y empieza a escribir en el ordenador para sacar las pautas para la quimio de ese día. También me trató de tranquilizar diciendo que esta era la última sesión que me provocaría náuseas y malestar, que la siguiente tendría otros efectos secundarios muy diferentes... ¿quién le había preguntado?.. Era como si me dijeran "aguanta que lo que viene es peor"
Yo no pude más, no entendía porqué me pedía un nuevo esfuerzo. Si lo tenía que hacer lo haría, pero no poder evitarlo porque él "no era mi médico" me hacía sentir abandonada e insegura. Llorando le dije que consideraba que era muy mala suerte tener una quimio en agosto, cuando los médicos se van de vacaciones, que si tenía que aguantar que lo haría, pero quería que supiera, al menos, que la sesión anterior fue muy dura.
Entonces se ablandó y me dijo que iba a intentar un nuevo tratamiento y que esperaba acertar. Y si, acertó... La sesión fué mucho mejor con lo que me pautó, y esta mañana mi estado general es bastante bueno. Por fin me escuchó, yo pedía un resultado pero explicaba unos síntomas diferentes. Me dí cuenta al salir de la consulta, pero gracias a Dios él se dió cuenta dentro, y acertó.
No puedo entender porqué no lo hizo desde el principio, sin la conversación intermedia. Yo me fiaba de él, pero me pareció que él no se fiaba de él mismo. Quizá pensó que mi caso era un puro trámite, que comprobando las defensas liquidao... y no se esperaba ni mis comentarios ni mis dudas.
En ocasiones creo que algunos médicos no comprenden que los enfermos somos una parte muy importante del equipo. Si ellos nos piden un esfuerzo deberían buscar mas argumentos, pero no porque no nos fiemos de ellos, sino porque no nos fiamos de nuestras propias fuerzas.
No voy a decir su nombre,considero que es un buen médico, a pesar de que le pillé en un día malo. No estuvo muy acertado en la conversación, aunque tengo que reconocer que en el tratamiento, que al fin y al cabo es lo importante, si lo hizo.
Todo esto os lo he contado para que pase lo que pase no os calléis. Cuando no entendáis algo volver a preguntar, sin sentir vergüenza ni miedo, con dulzura, con tranquilidad, con educación y lo acabaréis consiguiendo. Vuestra salud está en juego y tenéis que haceros oír de cualquier forma.
Por lo demás las dos últimas semanas he contado con el apoyo de mi familia y de mis amigos, agenda completísima a pesar de no tener muchas fuerzas... pero eso ya os lo contaré.
Seguimos. Besos
Ana
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