¿Cuál es el foco de la educación? ¿Acumular datos?
¿Formar personas?
La
existencia de redes sociales y de google parece hacer innecesario la memorización de
datos. Y no deja de ser razonable, dado que, a golpe de pantalla, podemos
consultar miles de cosas de diferentes temas y en distintos idiomas.
Entonces, ¿qué podría justifica seguir estudiando y memorizando datos?. Las
personas que almacenan mayor cantidad de datos en su memoria, son
capaces de tomar decisiones de una forma más rápida, mas eficaz y con resultados
mas duraderos. Tener la información en la cabeza permite corroborar la veracidad de las cosas, entender criterios y encontrar nuevos caminos a partir de la
experiencia adquirida.
Cuando tenemos algún problema acudimos a consultar a
personas cultas, ilustradas, eruditas. Ellos son capaces de encontrar
respuestas razonables valiéndose de sus conocimientos, de sus experiencias
previas…
En la antigüedad, la figura del
chaman era muy respetada. Los chamanes eran personas sabias a las que se consultaba todo. Se les atribuía, incluso, la capacidad
de modificar la realidad o la percepción colectiva. En algunos casos afirmaban
que eran capaces de modificar el clima o de conocer el lugar exacto donde había
caza. Un buen chaman era capaz de hacer eso porque observaba y memorizaba
ciclos de la naturaleza. Estaba claro que se podían equivocar, pero si en otoño
les aseguraban que se iba a acabar la sequía, tenía muchas probabilidades de
“acertar”, tan solo observando lo que había ocurrido el año anterior.
No deja de tener importancia la cultura en el control de la
propia vida, en la independencia. La prestigiosa neuróloga Rita Levi siempre
defendió que era muy importante tener capacidad de pensamiento lógico. El
momento histórico que le tocó vivir, y las consecuencias que se derivaron de la
segunda guerra mundial, le hicieron afirmar: “ Hitler y Mussolini supieron
hablar a las masas, en las que siempre predomina el cerebro emocional sobre el
neocortical, el intelectual. ¡Manejando emociones, no razones!. Y es que
vivimos, como hace 50.000 años, dominados por las pasiones y por impulsos de
bajo nivel. No estamos controlados por el componente cognitivo, sino por el
componente emotivo, el agresivo en particular. Seguimos siendo animales guiados
por la región límbica paleocortical, sustancialmente igual en el hombre y en
otros animales”.
Paz y cultura van de la mano... ¿yo de qué empecé? , y ahora ¿por donde sigo?
Ana Jover
Qué razón llevas. Últimamente oigo mucho lo de que en lugar de memorizar información a la que se tiene muy fácil acceso, lo que hacen es desviar la utilidad de sus neuronas a otros campos. Pero me emociona oír como mis hijos se enfadan porque un "actorcillo" no sepa de qué peli se tratan cuando dan como pista "la vida es como una caja de bombones". ¿De qué van a hablar cuando sean adultos? Quizá de cuál es el asistente telefónico más inteligente, y por tanto menos aún tienen que hacer. Triste.
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