domingo, 29 de noviembre de 2020

UNA LLAMADA : COVID19

 


 

“Vas a sanar. Porque te ríes con el alma,

Porque eres de corazón noble

Porque la vida tiene algo aún mejor esperando por ti.

Porque lo mereces, y porque, a pesar de todo,

brillas hasta con el alma rota”

 

 

Suena el teléfono, - Soy positiva, y lo peor es que mi madre y mi tía también. - ¿Qué puedo hacer por ti? - Nada, esperar.-

Pienso, va, lo pasará como un resfriado, ella es fuerte. Unas décimas durante una semana, dolor de cabeza y de cuerpo y en 10 días está otra vez a tope. Lo peor será cómo lo pasen su madre y su tía, son mayores.

Una semana después: parece que estoy algo mejor, unas décimas menos. Mi tía no ha podido superarlo, mi madre sigue ingresada, no lo sabe… Se me parte el alma, y a ella también. La ingresan y en tres días ya está en la UCI muy grave… 25 días de angustia, de silencio, de partes que amablemente nos pasa un familiar. Toda su gente reza, manda energía, pregunta, desea que vuelva pronto. En su grupo de Teresianas se echa de menos sus buenos días… Canciones, oraciones, frases de ánimo…  Respirador, coma inducido, poco a poco la van a despertar, boca arriba y le cuesta respirar, quizá necesite traqueotomía… uff, y por fin, el 20 de noviembre, el día del aniversario de la muerte de 43, la llevan a planta… ya escucha mensajes.

 Intercambiamos wasap con su familiar, llamamos y nos pone en altavoz para que nos oiga. Le contamos cosas divertidas, la hacemos reír, pero ella todavía no puede hablar.

 Y de repente ayer suena el teléfono, miro dos veces porque no me puedo creer que ese numero que lleva mas de un mes en silencio vuelva a sonar: -mi niña… no me puedo creer, como estás? - Pues como si me hubiera atropellado un camión- No puedo caminar, no tengo fuerza en los brazos, estoy haciendo ejercicios con fisio para respirar- Respirar, eso que hacemos cada día sin ningún esfuerzo, a ella le cuesta mucho trabajo. En la UCI lo he pasado muy mal, porque a veces no estaba dormida del todo y oía, sentía, me dolía todo…

 

Feliz porque al fin he vuelto a oír su voz, pero consciente de que aun queda un camino duro por recorrer, que con la ayuda de mucha gente que la quiere y la ha estado acompañando en la distancia se hará mas corto y mas amable.

 

Qué gran lección nos está dando la vida: con este virus la puedes perder en dos días, te puede hacer sufrir durante mucho tiempo y dejarte lesiones contra las que tendrás que luchar para poder ponerte en pie de nuevo.

 

Respeta la vida y la salud de los demás, y recuerda que hasta los más fuertes pueden caer. No será mucho tiempo, mientras, si tienes que llorar, llora, si puedes reír, ríe, si tienes algo que celebrar hazlo, a tope. No es momento de abrazar y besar, ahora hay que aprender a acariciar el alma de tus seres queridos para que te sientan cerca.


“Porque ríes con el alma... Porque brillas hasta con el alma rota… Porque lo mereces”

Vamooosss Lobatona


Ana Jover Sanz-Pastor



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